Y de repente me diviso a mi misma metiendo 17 años de vida en cajas y cajas. Revuelvo cajones llenos de recuerdos, llenos de personas pasadas que duermen hace años entre mis cosas. Me veo guardando con cuidado todo lo que quiero para una nueva vida, todas las personas que todavía quiero que formen parte de nuevos muebles. Y me veo tirando con pena y poco remordimiento cosas de aquellas personas que pasaron fugazmente por mi vida, que me llenaron de cartas y de amor que se consumió tan rápido como un cigarrillo, a ellas las meto en bolsas de polietileno y las cierro bien fuerte para que se ahoguen y se incineren. Mientras todas las demás se enlistan para ser parte de una nueva deco adolescente, de nuevos escondites, de nuevos pisos que no tienen sangre y de nuevos techos que no me vieron llorar.
Como quisiera cerrar mis ojos y empezar denuevo...
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